Físico. Nuestro cuerpo es un vehículo para nuestro desarrollo. Nos conecta con la tierra y con todo lo que existe. La sabiduría del cuerpo transmite conocimiento y mensajes intuitivos, es una fuente de experiencias espirituales, y un recurso para sanar heridas del pasado (nuestra historia psicológica da forma a nuestro sistema de cuerpo-mente). La llamada “integración cuerpo-mente” significa vivir en todo nuestro cuerpo. Nancy Rowe (2003) explica, “en un nivel psicoespiritual, estas señales (por ejemplo, la intuición) nos guían, informándonos cuando estamos en integridad y cuando no lo estamos”; también “aseguran nuestra supervivencia y nuestra auto-preservación” (p.159).
Para sanar en este nivel, debemos desarrollar conciencia corporal; es decir, conectarnos total y conscientemente con nuestro cuerpo para habitarlo completamente. Esto nos lleva a comprender más fácilmente nuestra relación con el mundo como nuestro ser extendido y nos recuerda que la dimensión sutil de la conciencia impregna tanto nuestros ambientes físicos internos como externos. Para que se manifieste la capacidad innata del cuerpo de sanar y para mejorar nuestra salud y bienestar, debemos prestar atención al estrés y la fatiga, practicar ejercicio físico y/o cualquier otra modalidad de movimiento (por ejemplo, yoga, movimiento auténtico, baile, etc.), así como también tener una nutrición adecuada y descansar de acuerdo con nuestras necesidades individuales.
Mental-emocional. Durante nuestras vidas desarrollamos mecanismos de defensa como la represión, la negación y la proyección (tendemos a atribuir a otros nuestras propias cualidades, sentimientos o intenciones). Ellos aparecen para protegernos, pero también distorsionan nuestro sentido de la realidad limitando nuestra vida, deteniendo nuestro desarrollo psicológico y espiritual. Por otra parte, lo que nos impulsa en la vida puede ser una acumulación de posesiones materiales sin límites y una búsqueda excesiva de reconocimiento. Podemos esforzarnos por ser socialmente aceptados hasta el punto de perder la autenticidad, la espontaneidad y sacrificar nuestros más profundos deseos. Damos tanta importancia al “hacer” y al “tener” pensando que nuestra felicidad depende de ello, pero cuanto más tenemos más queremos. Habiendo perdido nuestro sentido más profundo de nosotros mismos, podemos contribuir con problemas mundiales como el racismo, el sexismo y el clasismo creando aún más diferencias y dolor. Así, vamos por la vida sufriendo angustia psicológica y física, sintiéndonos desconectados, avergonzados, ansiosos, amenazados, frustrados, decepcionados y abrumados por una gran variedad de miedos.
En busca de una “cura” para nuestro sufrimiento mental y físico, anhelando felicidad e integridad, tratando de encontrar significado en nuestras vidas y comprender quiénes somos, miramos afuera haciendo un intento de encontrar respuestas a nuestras preguntas. A pesar de nuestros esfuerzos, nada parece llenar nuestro vacío; seguimos anhelando algo más profundo que no entendemos, no obstante, está dentro de nosotros.
¿Cómo recuperamos nuestro verdadero sentido de identidad? ¿Cómo honramos quiénes somos realmente para vivir una vida auténtica? Podemos comenzar siendo conscientes de nosotros mismos, viendo nuestros patrones de pensamientos y cómo estos afectan nuestras emociones. Podemos comenzar aceptando y acogiendo nuestras fortalezas y debilidades, reconociendo nuestros mecanismos de defensa, y reemplazando pensamientos restrictivos por otros positivos. Para eso, necesitamos conectarnos con nuestro mundo interior y así identificar, observar y reconocer aquellas partes que no conocemos o que no queremos reconocer.
Mindfulness (atención plena en el presente) nos ayuda a ser testigos de nuestro propio proceso para reintegrar esas partes fragmentadas de nosotros mismos, en lugar de dejar que nos controlen o limiten. Al hacerlo, necesitamos estar abiertos para aceptar todas las emociones incluyendo aquellas como el dolor, la ira, la tristeza, los celos y el miedo para transformarlas en bondad, gratitud, amor y compasión.
El uso de modalidades como el trabajo con los sueños (dreamwork), el trabajo con la sombra (shadow work), el movimiento, el arte, la visualización, la reflexión escrita (journaling), y otros, nos acercan a nuestra esencia. Nos ayudan a acceder a experiencias internas, trayendo sentimientos y recuerdos al nivel consciente para que podamos aceptarlos, transformarlos y sanarlos.
¿Qué modalidades de curación ha intentado (yoga, mindfulness, reflexión escrita, arte, trabajo con sueños, etc.)?
¿Cuáles le gustaría traer a su vida?
Por favor comente abajo.
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Magloire Aguirre
Fundadora
Magloire Aguirre es una coach certificada, lider transformacional y conferencista. Ha estado en el mundo corporativo por más de 20 años en donde ha tenido una destacable carrera, trabajando en el campo tecnológico primero y luego, en el área de desarrollo profesional en la industria de la capacitación. Ahora está dedicada a ayudar a las personas a alcanzar todo su potencial y encontrar significado en sus vidas. Ella es experta en mindfulness, dreamwork y otras modalidades que utiliza en su práctica de coaching. Es fundadora de Despierta y Vive Tus Sueños – www.magloireaguirre.com
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