“Cuando vemos a los demás como algo separado de nosotros, disminuimos nuestra propia humanidad. Cuando vemos a los demás como parte de nosotros, la ampliamos.” — Thich Nhat Hanh
Es posible que te resulte difícil conectar con el amor, la resiliencia, la bondad, o la alegría. Es posible que tu corazón se contraiga y se cierre debido a los momentos de división, miedo, preocupación y confusión que prevalecen. Por eso, quiero compartirte hoy un mensaje que nos recuerda que incluso en medio de la oscuridad, siempre hay caminos hacia la unidad y la esperanza.
Podemos defender nuestra verdad y un mundo más justo, compasivo y equitativo con un corazón abierto, actuando con fortaleza y bondad. Al responder a los demás, y a los desafíos que enfrentamos, desde nuestro Ser más profundo, despierto y compasivo (nuestra verdadera naturaleza), podemos crear un cambio significativo.
Podemos percibirnos como separados, desconectados de todos y de todo lo que nos rodea; pero no es así. Nuestra actitud y nuestras acciones importan e impactan considerablemente.
Ram Dass dijo, “Puedes trabajar con amor. Puedes oponerte a alguien por amor. Puedes realizar acciones sociales por amor”.
Pero, ¿cómo lidiamos con el dolor que estamos experimentando? ¿Cómo nos relacionamos con las emociones difíciles que surgen en tiempos de angustia?
Como nos recuerda Jack Kornfield, “Encuentra una manera de recuperar tu corazón sabio para que pueda contener el dolor de tu corazón”.
Contar con herramientas que te ayuden a enfrentar los desafíos cotidianos es clave para cultivar resiliencia y bondad.
Las prácticas de atención plena y bondad (compasión, bondad amorosa, ecuanimidad, alegría) nos liberan.
El primer paso es reconocer lo que estás sintiendo. Nombra las emociones que están presentes: “Esto es ira, tristeza, miedo, frustración, pena, dolor…”.
Reconoce que está bien sentir estas emociones. No tienes que rechazarlas. Puedes permanecer con ellas sin dejarte atrapar por historias o juicios negativos. Durante algunos momentos, permítete sentir lo que sientes, sin resistencia. Presta atención a dónde se manifiestan estas emociones en tu cuerpo y nota cómo se sienten.
Sé amable contigo mismo en momentos difíciles. ¿Qué sucede cuando abres espacio para tus emociones y las contienes con bondad? Intenta enfrentar tu dolor, miedo o ira con compasión, como lo harías con un amigo. Una y otra vez, toca cada sentimiento con ternura, aceptándolo por completo, envolviéndolo en calidez y amabilidad. Puedes colocar una mano sobre tu corazón para sentir alivio. Puedes repetir frases que te resuenen, como: “Que pueda ser amable conmigo” o “Que pueda estar en paz”. Puedes imaginarte que te baña una luz suave y amorosa y que te rodea con calidez y aceptación.
A través de prácticas de atención plena y bondad, pasamos gradualmente de un sentido estrecho y abrumado del yo a una Presencia más expansiva que puede soportar los desafíos de la vida con mayor facilidad, apertura y resiliencia.
Además:
1. Tómate un momento para preguntarte. ¿Qué necesito ahora mismo? ¿Qué me trae paz? Y luego, honra esas necesidades. Haz lo que alimente tu bienestar, ya sea descanso, conexión, creatividad o simplemente un espacio a solas para respirar.
2. También es esencial proteger tu corazón. Sé consciente de las cosas que te causan dolor innecesario. Aléjate de las influencias nocivas y redirige tu atención hacia fuentes que te nutran y te apoyen. Busca información de fuentes confiables y toma decisiones que te brinden paz.
3. Recuerda que no tienes que recorrer este camino solo. Busca ayuda profesional si es necesario. Interactúa con grupos o personas que te inspiren y te apoyen. Juntos podemos ayudarnos en los momentos difíciles. No estás sola. No estás solo.
4. Recurre a las fuentes de bienestar, alivio y sabiduría que resuenen más profundamente contigo. Ya sea una práctica espiritual, la naturaleza o la conexión con seres queridos, apóyate en aquello que nutra tu corazón y tu mente.
5. A pesar de todo, recuerda tu intención más profunda. Todos llevamos dentro las semillas de la paz, la sabiduría, la bondad y la resiliencia.
Nos enfrentamos a tanto, individual y colectivamente, y sin embargo todos tenemos la capacidad de responder con compasión, fortaleza y sabiduría.
Cuando pasamos por momentos difíciles, el miedo nos puede controlar. No se trata de evitar el miedo, sino de trabajar con él para que podamos abrir nuestros corazones y así, descubrir la calidez de nuestro Ser. Al hacerlo, podemos eliminar capas de reactividad y permitir que la luz de la conciencia brille a través de cada desafío que enfrentamos.
“El amor y la compasión son necesidades, no lujos. Sin ellos la humanidad no puede sobrevivir”. – HH the 14th Dalai Lama
Que este recordatorio sea una fuente de luz y consuelo, guiándonos de regreso a lo que es más importante y a recordar quiénes somos.
Aceptar la vida tal como es nos otorga libertad, ya que nos permite enfrentar la experiencia con una mente abierta y un corazón lleno de bondad. Así, somos capaces de hallar respuestas más sabias ante los retos cotidianos
Te puede interesar: ¿Cómo puedes encontrar claridad y fortaleza en medio de los momentos de división, miedo y confusión?
Según los estudios, mindfulness es un gran recurso para tal fin. Si te interesa conocer más, te invito a que ingreses al siguiente link: Paz Interior: Un Enfoque Consciente para Vivir Plenamente
Comentarios recientes