“No resistirse al dolor de los estados mentales negativos es un acto de valentía que les permite disolverse.”

– James Baraz

¿Te han dicho o te has dado cuenta de que prestas mayor atención a lo negativo que a lo positivo?

Esto se conoce como el Sesgo de Negatividad. Es la tendencia del cerebro a dar más importancia a las experiencias y eventos negativos. Consiste en recordar y enfocar la atención en las situaciones adversas, peligrosas y desfavorables. Esto es útil cuando hay amenazas reales porque nos protege del peligro.

Pero dar mayor peso a lo negativo y desarrollarlo como hábito, afecta el juicio (percepción de situaciones), afecta la comunicación (interacción social) y la toma de decisiones.

Resulta fácil caer en la tendencia de concentrarnos en lo negativo: las dificultades, los retos, y las preocupaciones suelen nublar nuestra visión y afectar nuestra estabilidad emocional. No obstante, al adoptar una perspectiva positiva, pero realista, se despliega un mundo de posibilidades para transformar nuestra manera de ver las cosas.

Al enfocarnos sanamente en lo positivo, podemos apreciar lo bueno de la vida, aprender buenas lecciones de las adversidades y cultivar una actitud de gratitud. Al direccionar la atención hacia lo bueno, se puede experimentar un aumento en la confianza y la autoestima, lo que nos impulsa a enfrentar los obstáculos con mayor resiliencia.

¿Qué hacer? ¿Cómo contrarrestar el sesgo de negatividad?

1. Céntrate en recuerdos y aspectos positivos. Cuando se tiende a dar más relevancia a lo negativo, es más probable que experimentemos emociones negativas como la ansiedad, la tristeza o la preocupación.

Centrarse en recuerdos positivos es muy útil para fortalecer el equilibrio emocional. Al recordar momentos agradables, nutrimos nuestro corazón con emociones que nos llenan de esperanza. Podemos ver y valorar nuestras fortalezas, dones y logros, lo que aumenta la confianza en uno.

Estos recuerdos positivos son luz en tiempos de oscuridad. Nos ayuda a ver la vida desde una perspectiva más esperanzadora y nos impulsa a afrontar los desafíos con una actitud resiliente.

2. Permítete tener mayor flexibilidad cognitiva. La flexibilidad cognitiva es clave para un mayor crecimiento personal y bienestar mental. Es abrirse a diferentes perspectivas y estar dispuestos a moldear nuestras creencias limitantes y opiniones cuando sea necesario.

Al ser más laxos con nuestro pensamiento, abordamos situaciones difíciles con mayor facilidad porque consideramos que existen opciones. A medida que nos liberamos de ideas rígidas y preconcebidas, abrimos la puerta a un crecimiento personal más significativo y a una mayor comprensión del mundo que nos rodea.

Cultiva más flexibilidad en tu manera de pensar y verás cómo se amplían tus horizontes convirtiéndote en una persona adaptable a los cambios.

“Pensar en términos de pesimismo u optimismo simplifica demasiado la verdad. el problema es ver la realidad tal como es”.

–Thich Nhat Hanh

3. Ten una mayor apertura a las posibilidades. La apertura a posibilidades libera nuestro potencial y nos permite descubrir un vasto universo de oportunidades.

Al despojarnos de las barreras mentales y al abrir nuestro corazón a lo desconocido, nos permitimos explorar nuevos caminos que pueden enriquecer nuestras vidas de formas sorprendentes. En lugar de limitarnos por pensamientos, creencias o miedos, abrazamos la incertidumbre con curiosidad.

Esta apertura a las posibilidades y a lo desconocido nos brinda la oportunidad de aprender de las experiencias, incluso de aquellas que parecen ser más desafiantes.

Así que, invita a la apertura a tu vida y permite que nuevas ideas florezcan en tu mente.

Reconocer este sesgo de negatividad es de gran importancia para poder contrarrestarlo y desarrollar una perspectiva de vida más equilibrada y positiva. De esta manera, los eventos negativos pueden tener menos impacto en tu vida.

¡Atrévete a explorar lo desconocido, a salir de tu zona de confort y a afrontar desafíos porque dentro de ti se encuentra la capacidad de transformar tu realidad reconfigurando tu perspectiva!

Radiografía Emocional: ¿Tu Actitud es Positiva o Negativa? Evalúate con este Test

Descubre si tu actitud tiende hacia lo positivo o lo negativo. Elige la opción que mejor represente tu forma de pensar y sentir en las diferentes situaciones. Ten en cuenta que no hay respuestas correctas o incorrectas. ¡Simplemente se trata de conocerte mejor!

Espero que este test* te ayude a reconocer para qué lado de la balanza te inclinas y recuerda que puedes manejar el sesgo de negatividad.

*Este test es solo una guía. No representa ningún diagnóstico.

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